¡VIVA LA DEMOCRACIA!

¡Quién la ha visto y quién la ve! La Sra. Alcaldesa, ferviente defensora de la democracia, la libertad, la igualdad, la solidaridad y de todas esas demás monsergas con las que se llenan la boca los socialistas; sí esos que van presumiendo por la vida de progres, miren ustedes por donde que, transcurridos apenas casi cinco meses del presente mandato, la Señorona ha decidido abrir la veda, y en su afán de no dejar títere con cabeza está la Señora en sus trece de que todo aquel personal al servicio del ayuntamiento que no comulgue con las ideas políticas del PSOE o, por mejor decir, que no estén por la labor de "fidelizarse" con la causa socialista ¡atención! corren el riesgo, más pronto que tarde, de coger las de Villadiego. 
El acoso y derribo a estos trabajadores está siendo de tal magnitud que las bajas por estrés sicológico empiezan a ser alarmantes en el Consistorio. ¡Y parecía que no rompía un plato!, pero ¡vaya como se las gasta la Sra. Presidenta! ¡Menudas ínfulas las que se gasta la Señora! Después del tiempo transcurrido empieza a quedar al descubierto la verdadera personalidad de este personaje, que como política tiene una mentalidad auténticamente maquiavélica. Para la Sra. Fidela Velázquez en política vale todo si con ello se consigue lo que se pretende. Pero esta actitud de la Sra. Alcaldesa no nos coge de sorpresa, ya sabíamos de la patita que cojea; y tal como dice el dicho: “Aunque la mona se vista de seda mona se queda”. Evidentemente, la Sra. Alcaldesa finge con engañosas apariencias -lo hace de fábula- ostentar atribuciones, aptitudes y valores democráticos que, en realidad, no posee. Disimula muy bien esas carencias, pero, al final, por mucho que lo intente ocultar es imposible mostrarse como realmente es: ¡una auténtica sectaria! ¡Háganse a la idea! porque de ahora en adelante se hará cada vez más evidente y perceptible por parte del PSOE la táctica del palo y la zanahoria, es decir, para los suyos habrá complacencia, consideración y benevolencia, y, sin embargo, para con el resto la Sra. Alcaldesa no andará con miramientos; será severa e implacable con todo aquel que no piense como ella. ¡Viva la democracia!